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La espondilitis anquilosante es una forma poco común de artritis que afecta principalmente a la columna vertebral. Es una afección crónica (de larga duración) que provoca dolor de espalda y rigidez en la espalda, el cuello y otras zonas del cuerpo. En muchas ocasiones, aparece en las últimas fases de la adolescencia o en el inicio de la vida adulta, antes de los 45 años. Con el tiempo, las vértebras (huesos de la columna) pueden fusionarse. Si bien todavía no existe una cura, algunos tratamientos pueden ayudar a reducir los síntomas y posiblemente a frenar la evolución de la enfermedad. Son muy importantes el diagnóstico y la intervención precoces.

  • El término "espondilitis" se refiere a la inflamación de la columna y "anquilosante" se refiere a la fusión de dos huesos en uno (anquilosis). La espondilitis anquilosante puede provocar dolor y rigidez que generalmente comienza en la parte baja de la espalda. A medida que la enfermedad avanza, puede afectar al cuello, los hombros, las nalgas, las caderas y los talones. Puede influir en las actividades diarias normales, como agacharse para colocarse medias y zapatos. Incluso puede afectar a las articulaciones entre la columna y las costillas y provocar una postura encorvada y dificultad para respirar.

  • No existe ninguna causa específica conocida. La espondilitis anquilosante es relativamente rara y afecta a aproximadamente 1 de cada 1000 personas. Se cree que las personas portadoras del gen llamado HLA-B27 tienen el riesgo más alto de padecer espondilitis anquilosante, pero no todas las personas que tienen el gen presentan la afección.

    La espondilitis anquilosante es más común en personas del sexo masculino. La enfermedad puede aparecer a cualquier edad. Sin embargo, en general aparece en las últimas fases de la adolescencia o el inicio de la adultez, entre los 20 y los 40 años. La mayor parte de los pacientes con espondilitis anquilosante presenta síntomas antes de alcanzar los 30 años y solo aproximadamente el 5 % presenta síntomas después de los 45 años.

  • El primer signo y síntoma más común de la espondilitis anquilosante es el dolor o la rigidez en la parte baja de la espalda, que puede empeorar por las mañanas o después de períodos de inactividad. Además, los síntomas pueden mejorar después de hacer una actividad o ejercicio. El dolor de espalda por otras causas tiende a empeorar con el ejercicio, pero las personas con espondilitis anquilosante pueden sentirse peor si no hacen ejercicio con regularidad.

    Otros síntomas comunes son el dolor de cuello y la fatiga.

    También pueden aparecer otros síntomas como fiebre, pérdida del apetito, pérdida de peso, inflamación intestinal u ocular. Entre las posibles complicaciones de la afección se encuentran las fracturas por aplastamiento y los problemas cardíacos.

  • No se puede diagnosticar la espondilitis anquilosante con una sola prueba. Para hacer el diagnóstico, un médico o especialista (como un reumatólogo) conversará con el paciente sobre sus antecedentes médicos y síntomas, le hará un examen físico y evaluará las pruebas de obtención de imágenes como radiografías y/o resonancias magnéticas. También se pueden pedir análisis de sangre.

  • En la actualidad, no existe una cura para la espondilitis anquilosante. Sin embargo, hay tratamientos que pueden ayudar a reducir el dolor articular y posiblemente a frenar el daño a la columna u otras articulaciones afectadas.

    El tratamiento que reciba el paciente dependerá de los síntomas que presente y la gravedad de la afección. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

    • Medicación, como medicamentos antiinflamatorios, analgésicos, medicamentos biológicos, corticosteroides;
    • Terapia física y ejercicio, para promover los estiramientos para mejorar la amplitud de movimiento y mantener la flexibilidad, y;
    • cirugía.

    Los baños calientes, el calor y los masajes también pueden ayudar a aliviar el dolor.
     

La espondilitis anquilosante es una prioridad de nuestra Área Terapéutica de Inflamación e Inmunología.

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1. Stanford Health Care. Ankylosing Spondylitis. https://stanfordhealthcare.org/medical-conditions/bones-joints-and-muscles/ankylosing-spondylitis.html.

2. Arthritis Foundation. Axial Spondyloarthritis. https://www.arthritis.org/diseases/ankylosing-spondylitis.

3. Harvard Health. Ankylosing Spondylitis. www.health.harvard.edu/a_to_z/ankylosing-spondylitis-a-to-z.

4. Johns Hopkins Arthritis Center. Ankylosing Spondylitis: Symptoms, Diagnosis and Treatment. www.hopkinsarthritis.org/arthritis-info/ankylosing-spondylitis/.

5. American College of Rheumatology. Spondyloarthritis. www.rheumatology.org/I-Am-A/Patient-Caregiver/Diseases-Conditions/Spondyloarthritis.

6. Taurog, Joel D., et al. “Ankylosing Spondylitis and Axial Spondyloarthritis.” New England Journal of Medicine, vol. 374, no. 26, 2016, pp. 2563–2574., doi:10.1056/nejmra1406182.

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